sábado, 15 de agosto de 2015

Lo que trajo el barco

En "Salsa con estilo" ¡El único show que no tiene cover! de W Radio José Aguirre y su Cali Salsa Big Band presenta "Lo que trajo el barco" con Jorge Hernán Peláez


miércoles, 11 de diciembre de 2013

Una antología de la Feria de Cali: el sueño del músico José Aguirre


El colombiano acaba de estrenar su propuesta de grabar los 56 éxitos históricos de la Feria de Cali.
Foto: Juan Pablo Rueda Bustamante / EL TIEMPO.
José Aguirre, el músico más visionario de la salsa en Colombia, acaba de compartir el Grammy Latino que ganó Marc Anthony con su tema Vivir mi vida, en el que toca la trompeta.
Vive el mejor momento de su vida en términos musicales y sabe que es la oportunidad para hacer propuestas imaginativas, que se salgan de los formatos convencionales que ofrece la industria del disco. No quiere estar atado solo a la música comercial, sino que está convencido de que se pueden hacer grandes espectáculos con los músicos de Cali y la región.
Por eso se disculpó con Marc Anthony y con Sergio George y no estuvo en la premiación de los Grammy latinos, porque se quedó en Cali con su Big Band.
Con Sergio George integra Salsa Giants, que alcanzó la máxima distinción. Se trata de un proyecto que reúne a los mejores exponentes del género: Marc Anthony, Óscar D’León, Cheo Feliciano y Andy Montañez, entre otros.
Con Sergio George, Aguirre comparte este intento por revitalizar la salsa a través de su empresa Top Stop Music, que se inició pegando de nuevo a Luis Enrique con Yo no sé mañana. Grabaron a La India y dieron el salto a Salsa Giants.
Sigue alentando el proyecto de Javier Vázquez, en tanto es director de su última producción, y el compositor. Apoya a la orquesta Matecaña, al chocoano Grupo Ensamble, y está produciéndole a Álvaro Ricardo. Adicionalmente, incursiona en el proyecto Barrio Salsa, donde ya lanzaron un tema, Voy por lo mío.
¿Por qué la idea de trabajar con el formato de ‘big band’?
Es un formato que me seduce desde joven. En mi primer viaje a Estados Unidos con Guayacán descubrí en tiendas especializadas que vendían arreglos de las grandes orquestas, por ejemplo de Duke Ellington y Dizzy Gillespie, y eso me abrió un mundo desconocido para mí. Cada vez que iba compraba, y me dediqué a estudiarlos calladamente. Estaba esperando la oportunidad para convertir este sueño en realidad, mostrando el nuevo talento de Cali; además, que sirva para unirnos como músicos, mostrar procesos nuevos y decir con claridad que Cali vive un momento único en la música. Tuve la gran fortuna de que la gente del Iberoamericano de Bogotá, responsables de la inauguración de los World Games, me llamara por una insinuación de Mulato. Supimos aprovechar esa plataforma internacional y todo fueron aplausos, para mis músicos como para los bailarines de Mulato.
¿Cuál es el formato de ‘big band’ que tomaste?
El formato estándar de big band es: cinco saxofones, dos saxofones altos, dos saxofones tenores, un saxo barítono; en este caso usamos clarinetes porque hay música folclórica colombiana, entonces tenemos dos clarinetes también, cuatro trombones y cuatro trompetas; la base es como la de una orquesta latina de salsa o de música tropical, que es: piano, bajo, conga, timbal, bongó. Con las variaciones que pueda tener una canción que no usa bongó sino que incluye un tambor folclórico.
¿La Antología de la Feria de Cali fue una oportunidad que encontró eco tanto de Corfercali como de Discos Fuentes?
Fue la oportunidad que estaba buscando: aquí se dio una alianza con estas entidades a partir de mi trabajo. Ya hicimos un primer lanzamiento en la plaza de toros, y la repetiremos en diciembre durante la Feria de Cali. Dentro de poco saldrá a circulación un paquete que incluye doble CD y doble DVD, porque son 56 canciones unidas de a dos, o sea 28 mosaicos, tenía que ser doble CD y doble DVD porque si no, iba a caber. Es un trabajo que se llama Antología de la Feria de Cali, donde están incluidos todos los temas que han sido Temas de Feria desde el año 1958, cuando comenzó la Feria de Cali. Es el primer trabajo concepto de la Cali Big Band, eso no quiere decir que siempre vamos a grabar música tropical. El próximo objetivo será otra música.
¿Qué te deja como balance musical hacer ese trabajo?
Hay música de diferentes formatos y de diferentes géneros. Me gusta mucho La piragua, de José Barros, siempre quise hacer un arreglo especial para ese tema. Tomar, por ejemplo, La negra Celina, que es una canción que era con guitarra, y pasarla a un big band, que es orquestación, ha sido un reto. La camisa negra, de Juanes, transformamos la guitarra roquera y la cambiamos por trombones, el barítono hizo sonidos como de tuba y usamos los saxofones para hacer mambos. Cuando Juanes oiga esa versión, le va a gustar.
¿Qué temas hay en la ‘Antología’ sobre Cali?
Allí está Las caleñas son como las flores, definitivamente que fue el primero cuando apareció la salsa en Cali, del gran Piper Pimienta con Fruko. Está Caleño, de Son de Azúcar, que es una canción única, son las mujeres caleñas cantándoles a los hombres. Está Oiga, mire, vea, que es uno de los grandes éxitos de Guayacán. Está el himno de himnos, que es Cali pachanguero. Hay otros dos que son tropicales: Las caleñas, de Pastor López, y Mi Cali bella, de la Billo’s Caracas Boys.
¿Sobre los 80 surgen temas absolutamente de sonido caleño?
Cuando comenzó la historia de la Feria de Cali todo estaba marcado por la industria musical de Medellín, con mucha presencia de la música de la costa norte. Después vemos el despegue de Cali con el sonido de orquestas de esta ciudad. Nos encontramos con Juanita, de La Misma Gente; están Mujeres, de La Identidad; Caleño, de Son de Azúcar; entonces, se nota que Cali comenzó a consumir más música de la ciudad, de la región, y empezó a perderse un poco la influencia de lo de afuera. Más adelante aparece la música del Pacífico, con La vamo’ a tumbar, Vos me debés, todos estos ritmos como el currulao y el porro chocoano.
Una banda de grandes figuras
Los instrumentos
“La banda se conformará según lo que vaya a tocar. Para esta ocasión convoqué al barranquillero Álvaro Cabarcas, ‘Pelusa’, en el piano. En el bajo, Luis Alfredo Sandoval, licenciado en Música de la Universidad del Valle. En los saxos, Tarry Garcés, primer tenor, fundador del Grupo Niche. En el primer tenor alto está Paul Gordillo, clarinete en el original de La vamo’ a tumbar. Con ellos están Diego Murillo, segundo saxo alto, que ha sido músico de La Misma Gente, y dos muy jóvenes: Frank Rendón, segundo tenor, del Conservatorio, y en el barítono Darwin Dávila, también de la Banda. En los trombones, Richard Estela, que ha grabado con Guayacán, Niche y conmigo. Está Leo Aguirre, que fue trombonista y director de Niche por varios años. También, Jason Muñoz, del Conservatorio, en el cuarto trombón, y Jorge Vélez, trombonista, de Manizales. En la primera trompeta, William Murcia. Álvaro Estela, que es trompetista de Guayacán. Francis Garcés, que grabó Oiga, mire, vea, con Guayacán. Y Andy Rodríguez, en la cuarta trompeta. En las congas, Tito Valencia, con mucha fuerza. En el timbal, Fernando Valencia, timbalero de Yuri Buenaventura y de Javier Vázquez, con gran conocimiento de la música del Pacífico. En el bongó y el güiro, el maestro John Gonzalo Moreno”.
Las voces
“En la línea de cantantes de base, Johana Rosero, mi ingeniera de sonido, es primera voz. Y Mayer Chamorro, una mujer de experiencia y trayectoria. Y los tres hombres, que son Diego Galindo, un gran cantante. Y al lado de la experiencia de él tengo dos muchachos jóvenes: Arley Sánchez, de Jamundí, y César Amaya, con registros de voces muy buenos. Entre los cantantes invitados, entre otros, me gustó mucho como cantó Osvaldo Román Cali pachanguero. Y César Mora hizo un trabajo bonito, porque le propuse cantar La piragua, sin saber que era una de sus favoritas”.

UMBERTO VALVERDE
Especial para EL TIEMPO
Diario ElTiempo.com 20131211
http://www.eltiempo.com/entretenimiento/musica/el-sueno-del-musico-jorge-aguirre_13274738-4

Publicado por: Jorge Español [Jefe de prensa WEB]

lunes, 5 de agosto de 2013

En el cierre de los World Games, Cali entonó el himno nacional con la trompeta del maestro José Aguirre

Foto: Prensa JAP
El trompetista José Aguirre hizo erizar a más de uno de los miles de espectadores en el estadio Pascual Guerrero. El reconocido productor de música latina, que ha grabado con Marc Anthony y ha obtenido cuatro premios Grammy, entonó el himno patrio acompañado por el público del escenario sanfernandino.

Aguirre nació en Chinchiná, pero fue en Pensilvania, Caldas, donde conoció la música, por el profesor Alonso Quintero. Desde esa época de infancia, fue miembro de una banda que interpretaba porros, pasillos y bambucos alegres.

Cuando el maestro Aguirre empezó su interpretación, de inmediato la totalidad de los cerca de 35.000 asistentes al estadio Pascual Guerrero se puso de pie para entonar el himno nacional con sus pechos hinchados de orgullo de ser caleños y colombianos, entre turistas que fueron acogidos como propios. Mientras lo hacían, muchos de los espectadores agitaron sus banderas con el tricolor nacional. Algunos calificaron ese momento, como mágico e inolvidable.

/ Oficina de Comunicaciones de la Alcaldía de Cali

Tomado de: www.cali.gov.co

Publicado por: Jorge Español [Jefe de prensa WEB]

miércoles, 19 de junio de 2013

LA TROMPETA DE ORO

Por Lucy Lorena Libreros
Periodista de GACETA

Perfil: Algunos en Cali, consideran a este hombre una suerte de Rey Midas de la música: en su estudio de grabación se han cocinado éxitos para el Grupo Niche, la Orquesta Guayacán, Marc Anthony, Luis Enrique, La India y hasta Cheo Feliciano. Pero él, José Aguirre, no ha dejado de ser el hijo de orgulloso de un par de campesinos que un día, con su trompeta, partió rumbo a esta ciudad en busca de la salsa.

Foto: Cortesía El País.com.co
Y vos, ¿de dónde saliste?, le soltó a quema ropa Jairo Varela, con su voz metálica de siempre, sentado frente a la consola de grabación de Estudios Niche. El joven trompetista, poseído por los nervios, no supo que responder. Alguien acudió en su auxilio y salió a explicarle al maestro que él, José Aguirre, era el bendito muchachito de Pereira del que tanto le habían hablado. Jairo lo escrutó de arriba abajo con ojos curiosos y puso a sonar de nuevo ‘Cuando se muere el amor’, esa canción con arreglos innovadores que le había gustado. Era de José.

Ese fue el principio. Lo que siguió después de ese primer encuentro, ocurrió hace casi ya 30 años, fue una historia contada en tres capítulos largos: una amistad que la cárcel puso a aprueba, ocho años de gloria para la más grande agrupación salsera de esta ciudad y una cita a la que la muerte se atravesó el 8 de agosto pasado.

Los recuerdos de esta historia los va soltando José, vestido de camisa y jeans, sentado en un estudio de grabación del barrio Vipasa. El más moderno de Cali. El suyo. Lo montó hace 13 años y la Cali musical sabe bien que lo que se graba en este lugar sale perfumado de éxito.

Por aquí, hace muy poco, estuvieron los integrantes de la orquesta Matecaña, cuya canción ‘La voz de Mamá’ fue pan del cielo para los gozones de diciembre. Claro, la compuso y produjo José Aguirre. Y usted, seguro, la bailó: “El que hace bien, lo hace por su mama/ el que hace mal se encomienda a su mama/ el que trabaja le ayuda a su mama/ y el que roba le lleva a su mama. Y no olvida nunca su mano santa/ que lo bendice haga lo que haga/ y no olvida nunca su vieja santa/ que se queda orando pa’ que vuelva a casa”…

Lo propio había hecho Willy García y Javier Vásquez, una década atrás, cuando emprendieron la aventura de ‘Son de Cali’. Y ya sabemos también lo que pasó: el dúo que terminó hace poco, propuso un nuevo sonido para la salsa caleña. Fue José Aguirre quien los apadrinó cuando a otros les pareció que ese formato, dos hombres cantando salsa al unísono, no calaría.

Pero todo esto vino a suceder muchos años más tarde. Hoy es 7 de junio y José Aguirre se arellana en su silla, dispuesto a seguir recordando. El hombre habla suave, podría incluso decirse que afinado. Y usted lo ve ahí, tan afable y desprevenido ante su propio talento, que cuesta creer que se trata de uno de los mejores productores de la música latina. Del mismo tipo que no hace mucho llegó de Miami, después de grabar un álbum para Marc Anthony. El mismo que ha ganado cuatro premios Grammy; el amigo de Cheo, de Richie y de Bobby, de Eddie Palmieri.

Es un hombre que parece cargar sencillez como moneda suelta en los bolsillos. No ha dejado de ser, piensa uno, el hijo orgulloso de ese par de campesinos errantes que llevaron a la familia Aguirre por varios pueblos del Eje Cafetero en busca de mejores tiempos.

José nació en Chinchiná, pero fue en Pensilvania, Caldas, donde conoció la música. La culpa fue del ‘profe’ Alonso Quintero que tenía en el colegio una banda que interpretaba porros, pasillos y bambucos alegres. El profe advirtió con buen juicio que el chico y tenía oído afinado. Le enseñó a leer música y las primeras bases de armonía. José tenía 11 años, estaba en primero de bachillerato y ya desde entonces sabía que entre sus manos habría una trompeta.

Justo ahora, en su estudio de grabación, hay una trompeta al fondo. Una Fides Pioner que compró en Alemania. José quiere seguir hablando. Hay muchas cosas para contar. Muchas, como ese primer encuentro con Jairo Varela.

Por entonces, cuenta, no tendría más de 22 años, pero si una experiencia de miedo, acumulada gracias a su paso temprano por agrupaciones que le darían una oportunidad antes de que el genial músico chocoano se convenciera de que el muchachito de Pereira era oro puro para hacer música.

Recién llegado a Cali desde esa ciudad, donde dio sus primeras tonadas profesionales como trompetista, José había comenzado a trabajar con ‘Los del Caney’, agrupación con aliento a son cubano de la Cali ochentera. El joven se marchó con ellos a una gira por Europa, que lo llevaría con su trompeta hasta Madrid, Barcelona, Londres, Milán y Bruselas.

“Yo no lo creía – reconoce ahora -. Me vine sin conocer a nadie, pero el destino me fue colocando en el camino correcto. Venía de trabajar con la Banda Departamental de Risaralda y me iba bien, hacía muchos conciertos; pero allá conocí amigos a los que les gustaba el jazz y la salsa ‘heavy’, la salsa sabrosa, Fania, Lavoe, Richie Rey, vos sabés. Fue todo una revelación.

Un día me dije ‘La buena música está en Cali’. Ya para entonces pensaba en poder un día con Niche; y con apenas 18 años lo dejé todo y para acá me vine. Era el año 88. Llegué a Cali en busca de la salsa”. Y la encontró. Con ‘Los del Caney’ se quedo un año; después estaría algunos meses cantando en restaurantes hasta que la buena estrella volvió a brillar: a su casa llamo Tito Gómez, a quien le habían hablado un joven virtuoso como instrumentista y arreglista.

El cantante puertoriqueño había renunciado al Grupo Niche y deseaba que José le ayudara con un sueño: fundar ‘La BorinCali’, orquesta de músicos caleños con la que pudiera viajar por el mundo. José se puso en la tarea, pero una noche, de regreso a casa, escuchó en la contestadora la voz de Nino Caicedo, compositor de Guayacán. Buscaba un trompetista y él parecía estar hecho a la medida de las exigencias de Aléxis Lozano.

“¡Cómo decir que no! –recuerda-. Terminé frente a Aléxis en una audición y casi de inmediato con un contrato en Guayacán, que vivía una época con el álbum ‘Oiga, mire, vea’. Tuve que llamar a Tito a decir que no”.
Hizo bien. Con Guayacán emprendió una gira por Estados Unidos, México, Aruba, Perú y Curazao. Aplausos de pie. Discos de oro. A sus pies con apenas 22 años, el Madison Square Garden. La fama.

Encuentro con Jairo Varela

Y vos, ¿de dónde saliste? José trae al presente aquella frase y se echa a reír. La primera vez que tuvo a Jairo Varela tan cerca, esa tarde en los estudios Niche, sobre la Calle Quinta, él y ‘Los del Caney’ daban los últimos toques a ‘Retocando’ álbum apadrinado por Niche Discos, sello creado por Varela para apoyar nuevas agrupaciones.

Era un proyecto ambicioso y el grupo quiso tener de nuevo a José en sus filas, pero Varela los frenó en seco: “Para esta vaina hay que buscar gente profesional”, les dijo, de espaldas a un destino que ya estaba escrito: ese trompetista no solo sería el director musical de su orquesta sino uno de sus amigos más entrañables.

De la grabación terminaron por encargarse Ángelo Torres y José Febles, que había trabajado con varios artistas de la Fania. Pero ‘Los del Caney’, sin que Jairo lo supiera incluyeron un último track, ‘Cuando se muere el amor’, con letra y arreglos de Aguirre.

“Jairo comenzó a escuchar todo el álbum, canción por canción, y lanzaba comentarios, duros, como era su estilo. Cuando llegó a la mía notamos que la escuchaba con atención. Se acabó y la puso a sonar de nuevo. Dijo que ese era el tema que le gustaría para promocionar el álbum. Yo estaba como soñando, pero lleno de nervios. Es que Jairo era un hombre imponente, de carácter recio. Fue cuando el director del grupo le contó que yo era el muchacho del que tanto le habían hablado”.

No paso mucho tiempo antes de que el chocoano lo llamara, a pesar de que sabía que trabajaba para Guayacán. Lo citó a su estudio. El joven acudió y encontró al maestro grabando ‘Tiempos de ayer’. Jairo lo invitó a tomar una trompeta. “Vamos a hacer este arreglo los dos”, sentenció. Comenzó a dar ideas. José escribía y armonizaba. El joven músico vino a saber mucho después que era una forma del maestro ponerlo a prueba. Debe ser porque, como dice el escritor Umberto Valverde, Varela tenía el olfato excepcional para “reconocer a los grandes músicos”.

Fue, está seguro, el comienzo de una de las ‘sociedades’ más fructíferas de la salsa caleña. “José dejo Guayacán y se fue con Niche. Y con él no solo aprendió de música; lo que José es hoy como productor y arreglista se lo debe también a la disciplina y rigurosidad en la forma de trabajar que vio en su mentor”.

Comenzó con proyectos musicales alternos de Niche. La suprema Corte y la Orquesta Paraíso. Año 92. Lo de los dos era un asunto de creación colectiva: Jairo sin ser músico ni escribir una sola nota en el pentagrama, tenía el raro don de hacerse entender para explicar cómo deseaba que sonaran sus canciones. Tarareando, golpeando los dedos en la mesa si era necesario.

La tarea de José, pues, consistía en traducir esas señas con instrumentos. “Es difícil de explicar: Jairo no era bajista, pero sabía con exactitud cómo deseaba que sonara el bajo. No era pianista, pero presionaba el suyo hasta dar con el ‘tumbao’ que necesitaba. Hoy nadie duda de que Jairo Varela dejó un sonido propio, reconocible, que pasaría a la historia”.

Aguirre habla y al fondo un grupo de jóvenes, que graba en su estudio, hace sonar ‘Ana Mile’ con notas distraídas. Ahora estamos en 1993 y en el álbum, ‘Un alto en el camino’ que nos entrego un Niche más romántico, ‘Duele más’, ‘Sin palabras’, ‘Gotas de lluvia’… Vendría luego ‘Huellas del pasado’, ‘La magia de tus besos’ y enseguida un episodio que puso a prueba su lealtad y su amistad: la cárcel.

Algo andaba mal desde que el llamado Grupo de Búsqueda irrumpiera en Estudios Niche, en cualquier momento del día, para hacer allanamientos. “No sé qué es lo que buscan”, se quejaba Jairo.

La orquesta continuó con su vida artística hasta 1995 cuando a Varela le dictaron orden de captura. “Yo estaba con el grupo en Nueva York y Jairo en Miami. Pero él viajó a Colombia para entregarse”.

Maestro y discípulo volvieron a verse en Villanueva, en una celda de dos metros por dos, en el que el espacio se lo peleaban un catre y un nochero. Lo encontró hacinado, pulverizado por el dolor. El encuentro tardó solo 10 minutos, los suficientes para que el trompetista intuyera el naufragio del compositor en medio de la desesperación: “No sé esta situación cuánto vaya a durar. Necesito que te hagás cargo de Niche”. Fue todo lo que dijo antes de un abrazo breve de lágrimas calladas.

Esa época la recuerda Willie García, vocalista de Niche en ese entonces. “Todos nos preguntábamos cómo haría José para sacar adelante el grupo en semejante circunstancia, con la presión de los medios, con la necesidad de seguir haciendo música, pero lo hizo”.

¿Cómo? Durante un año, de lunes a viernes y mientras la orquesta no anduviera de gira, José llegaba hasta Villanueva, a las 8 de la mañana, y se sentaba a componer con Jairo. Ambos sentados en el catre, ambos apenas ayudados por una guitarra acústica, un lápiz y un borrador. Fue de esa guitarra que nacieron los arreglos de ‘A prueba de fuego’, ‘Señales de humo’, y parte de ‘A golpe de folclore’, durante dos periodos en los que Jairo Varela permaneció privado de la libertad.

Meses difíciles. Con la música garrapateada en papel el día anterior, hasta las 6 de la tarde, Jose llegaba al estudio después de convocar de emergencia a los músicos. “A la mañana siguiente regresaba a la cárcel, con la canción grabada en un cassette para que Jairo simplemente dijera que no le gustaba. Y así, unas tres o cuatro veces más. Era agotador. Si grabar con él enfrente era difícil, imagínelo a ‘larga distancia’. A veces nos sorprendía llamando al estudio desde un teléfono monedero de la cárcel para dar indicaciones, mientras yo acercaba la bocina hasta los instrumentos para que él escuchara. O a veces me sorprendía con la noticia de que iba a ir al estudio un par de horas, con la excusa de que iba para una cita médica. Casi enloquecemos todos: los músicos, los ingenieros y yo”.

Casi. La orquesta sobrevivió, pero Jose sentía que físicamente no podía seguir. Producto de los días de encierro forzado, empezó a padecer de claustrofobia. Si viajaba en avión era necesario tomar pastillas para dormir. Si debía quedarse en la habitación de un hotel, prefería amanecer tendido en el ‘lobby’ antes que verse encerrado en cuatro paredes, como le ocurrió una vez en México. “Jairo no me aceptó la renuncia. Me pasó un papel en blanco. Yo ponía las condiciones y él firmaba. Pero no acepté. Sentía que, después de 8 años, mi ciclo con Niche había terminado”.

Un referente musical

Afuera aguardaba por él Yuri Buenaventura. Otro loco genial. Fue él quien le ayudó a que, poco a poco, la realidad de Jose Aguirre fuera recuperando nitidez.

Yuri —para quien Jose grabó los trabajos ‘Yo soy’, ‘Vagabundo’, ‘Salsa dura’ y ‘Cita con la luz’— escribe desde Francia. Cuenta en varias líneas que el talento del trompetista cafetero consiste en “fraternizar la sonoridad de la música caleña lo mismo con la música del Pacífico que con el jazz o los nuevos ritmos urbanos. A Jose Aguirre siempre te lo encontrarás en el camino produciendo, creando, estudiando”.

Lo reconoce también Diana Serna, cantante caleña. Dice que “Jose atraviesa por un exquisito momento creativo. En su música y sus letras se nota la madurez que le ha dado el tiempo”.

Al coro se une el vocalista Javier Vásquez, a quien Jose le produjo ‘Yo soy’, álbum con el que asomó de nuevo la cabeza tras la desaparición de ‘Son de Cali’. “Es exigente, perfeccionista, no perdona errores. Grabar con él es garantía de calidad”.

Jose lo sabe. Pero en el fondo es un hombre tímido. Calmado. Si le preguntas, se define como un tipo al que le gusta hablar más con la trompeta que con sus palabras. Con su música.

Lo sintieron los caleños que el 16 de mayo llegaron hasta el Centro Cultural de Cali para presenciar un experimento bello: los clásicos del Grupo Niche en versión ‘descafeinada’, acústica, en clave de jazz, del soul y bossa nova.

En este mismo estudio de grabación en el que Jose habla hoy, sentado en un sofá verde, Jairo escuchó esos arreglos y les dio su bendición. Fue la última vez que alumno y discípulo se verían. Justo el día en que falleció el chocoano, un 8 de agosto, ambos tenían una cita para las 2 de la tarde. Pero la muerte, una hora antes, cambió los planes. Jairo se marchó a su cielo de tambores y Jose quedó en la tierra, con buenos recuerdos y mejor música, haciendo sonar su trompeta.

Tomado de: Gaceta – El País impreso 2013.06.17
Publicado por: Jorge Español [Jefe de prensa WEB]

martes, 21 de mayo de 2013

LA NOCHE MÁGICA DE JOSÉ AGUIRRE Y SU TROMPETA

Foto Cortesía: CB Online Cali

José Aguirre, su trompeta y sus amigos brindaron un concierto lleno de jazz, soul, bolero, salsa, folclor y magia.

Ni la lluvia fue obstáculo para que los invitados al concierto celebrado el pasado miércoles 15 de mayo por el músico José Aguirre  llegaran y colmaran el centro cultural comfandi de la ciudad de Cali.

Buena energía y expectativa se sintió en los invitados al ingreso del recinto; el  equipo técnico preparado y al comando de las luces, el sonido y el video; la gente de maquillaje y vestuario dando los retoques finales a los artistas; y las personas de logística pendientes del ingreso y comodidad de los asistentes fueron algunos de los apartes que se vivieron minutos previos al inicio del concierto.

Con el público dispuesto y las luces enfocadas en el centro del escenario, se dio inicio al concierto con el tema inédito  “Estás conmigo” el cual dejo un largo aplauso al finalizar del mismo. Acto seguido José interpreto la canción “Sin sentimiento” del maestro Jairo Varela (Q. E. P. D) la cual dejo otro aplauso sentido y caluroso para el trompetista de la noche.

Minutos posteriores y canción a canción el maestro Aguirre presento a cada uno de los artistas amigos invitados los cuales en un intercambio de abrazos y saludos fraternos brindaron lo mejor de su talento hacia José y el público que no cesó aplaudir cada interpretación. Músicos y cantantes de la talla de  “Álvaro Cabarcas Pelusa(Pianista), “Adriana Chamorro” (Cantante), “Javier Vásquez” (Cantante), “Marlyn Murillo” (Cantante), “Yuri Buenaventura” (Cantante), y el maestro “Jaime Henao” (Pianista) hicieron parte de esa ‘noche mágica’ como lo expreso José en una de sus alocuciones.     

Ya para el cierre y después de los temas ‘Necesito Llorar’, ‘Granito de mostaza’, ‘Subway’, ‘Cenizas’, ‘Parió la luna’, ‘Plazos traicioneros’, ’Hagamos lo que diga el corazón’  y atendiendo a la solicitud de los espectadores; José interpreto en compañía de sus amigos la canción ‘Mi Valle del Cauca’  del fallecido director del Grupo Niche, Jairo Varela Martínez el cual se inmortalizo en la voz del también fallecido cantante “Tito Gómez” y que en esta versión a ritmo de jazz causo uno de los aplausos más largos de los que se sintieron en esa noche de buena música.

Fue una noche para el recuerdo vivo, ese recuerdo que aún se mantiene en la mente de cada una de las personas que oyeron, vieron y sintieron la música del Maestro José Aguirre en uno de sus puntos más altos. Así lo han expresado con sus mensajes de felicitación y agradecimiento en las redes sociales de José (@JoseAguirrePro; www.facebook.com/JoseAguirreProducciones) 
¡Fue una noche mágica!

PARA DESTACAR:

Para destacar y felicitar la joven y talentosa banda que acompaño al maestro  José Aguirre en todo el evento, “Andrés Escobar” en la batería, “Luis Sandoval” en el bajo, “Víctor Gonzáles” en el piano, “Johanna Rosero” y “Mayerling Chamorro” en los coros, “Carlos Sarria” en la percusión, “Carlos Guzmán” en el teclado  y “Andrés Pinzón” en la guitarra. ¡Talento es lo que hay!


Escrito por Jorge Español [Jefe de prensa WEB]

sábado, 18 de mayo de 2013

José Aguirre y su sueño musical

Foto: Cortesía CB Online
Una propuesta interesante que vale la pena ser escuchada.



Sin tono de estrella ni más brillo que el que le proporciona su traje gris, sube al escenario el músico, compositor, arreglista y productor José Aguirre para compartir un sueño musical.

La noche se llena de sonidos mágicos, de talento y de conquista con una propuesta que descresta hasta a los más versados en materia musical.

El proyecto guardado en una de las gavetas de su escritorio salió nuevamente a la luz con la visita de Luis Guillermo Restrepo, con quien compartió  en una entrevista sus sueños y planes.

“Se lo había presentado al maestro Jairo Varela, cuando visitó mi estudio se sorprendió al escucharla porque es solamente instrumental. El maestro sonrió, le gustó y nos firmó el permiso para hacerlo. Lamentablemente dos meses después falleció” confiesa Aguirre.

Este músico, productor, arreglista y compositor, que nació  en el eje cafetero, es caleño por adopción y corazón.

Antes de empezar a conquistar con esos sonidos cargados de jazz, salsa, blues, pacifico, José Aguirre se desnuda y comienza a compartir su historia, esa que ha escrito a lo largo de más de dos décadas de trabajo.

Esa que le recuerda su paso por Los del Caney, Guayacán Orquesta, Grupo Niche, Kema, Son de Cali, Yuri Buenaventura o Javier Vásquez. Esa que le ha permitido trabajar en producciones internacionales con Sergio George, Marc Anthony,  la India, Luis Enrique, Tito Nieves, Cesaria Evora, Eddie Palmieri o Víctor Manuelle, por nombrar algunos.

Él es talento colombiano, es talento regional y con su propuesta llamada ‘José Aguirre y su trompeta’ demuestra  -una vez más- su genialidad y talento.

Puesta en escena 

“Esto lo tiene que escuchar el mundo entero” dice eufórica la actriz Vicky Hernández. “José Aguirre es un hombre talentoso, es uno de los grandes, hay que mirarlo, hay que creerle, para mí es un honor haber trabajado con él. Tiene una apuesta y conocimiento no solo de la trompeta, también del tiple que es sorprendente. Es quien lleva las banderas musicales fuera” dice Yuri Buenaventura.

Así se van sumando las voces de diferentes músicos, artistas, comunicadores, empresarios, amantes de la música después de haber participado de esta puesta en escena.

Un proyecto en donde la salsa de Grupo Niche en canciones como ‘Sin sentimiento’, ‘Mi pueblo natal’, ‘Gotas de lluvia’, ‘Una aventura’, ‘Nuestro sueño’, ‘Hagamos lo que diga el corazón’ y ‘Mi Valle del Cauca’ tomaron otro sabor y color con el formato instrumental.

José Aguirre dice emocionado “No sé cómo se logro pero aceptaron la invitación y están aquí a pesar de sus agendas de trabajo, por ejemplo Yuri viaja para Europa y está aquí; el maestro Jaime Henao a quien respeto, admiro y hubiese dado mucho por haber tenido una clase con él, esta aquí”

Aguirre no se midió en elogios; exaltó a cada uno de sus invitados. “les presento a uno de los mejores pianistas, lo conocí en Grupo Niche, es barranquillero de nacimiento y caleño de corazón, él es Álvaro ‘Pelusa’ Cabarcas”.

No pudo ocultar la emoción al llamar a escena a Adriana Chamorro, “una mujer a quien admiro y respeto por su talento y profesionalismo. Además de ser una excelente profesional es mi esposa hace ya casi 15 años”.

Al hablar de Javier Vásquez dice que se siente honrado “nos conocimos cuando los dos trabajábamos con Grupo Niche, la vida nos ha convertido en amigos, he visto su proceso, después de Niche trabajamos en Son de Cali y ahora producimos su propuesta como solista. Es una de las mejores voces y me siento honrado de trabajar con él y ser su amigo”.

El turno llegó para otra mujer, Marlín Murillo de quien resalta su voz, su pasión y trabajo con el repertorio tradicional del Pacifico.  “Es una mujer impresionante, quienes no la conozcan se van a fascinar con ella”.

A Yuri Buenaventura lo conoció en Europa “eran los 90, teníamos un concierto y un muchacho en medio de la presentación nos pidió respetuosamente que lo dejáramos cantar. Eso no se hacía nunca, pero ese día pasó y cuando cantó, fue una sola ovación. Fue la primera vez que escuche hablar de Yuri, luego me di cuenta de todo su trabajo, de que ese hombre fue el que conquistó a Europa con su salsa. Me ha enseñando mucho, he trabajado en sus producciones y no tengo más que agradecimiento por él”  Sin más palabras le dio paso a ‘Plazos traicioneros’ que tomaron vida con la interpretación de Yuri.

Fue una noche con 15 temas interpretados magistralmente por José Aguirre y su trompeta; sus músicos e invitados especiales. Una noche en donde cada detalle quedo grabado para ser compartido, una noche mágica, sutil, fuerte, alegre, armónica, una noche para recordar y repetir.

Escrito por: Bethsabe Castro
Tomado de: CB ONLINE
Publicado por: Jorge Español [Jefe de prensa WEB]

miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL COLOMBIANO JOSÉ AGUIRRE ES NUEVO MIEMBRO N.A.R.A.S y L.A.R.A.S


Foto cortesía Agenda what 's? Revista 

El reconocido Trompetista, Productor, Compositor y arreglista colombiano JOSÉ AGUIRRE quien durante 12 años fue el Director musical del Grupo Niche y quien ha trabajado para artistas como Luis Enrique, Tito Nieves, Grupo Gale, Bobby Cruz, India, Fanny Lu, Son de Cali y Yuri Buenaventura, ha sido admitido por la NATIONAL ACADEMY OF ARTS AND SCIENCES (N.A.R.A.S) y la LATIN ACADEMY OF RECORDING ARTS AND SCIENCES (L.A.R.A.S) como miembro. 

La N.A.R.A.S y L.A.R.A.S entregan cada año los Premios GRAMMY. 



N.A.R.A.S fue fundada en 1957 en Hollywood cuando un selecto grupo de artistas de la música decidieron crear una organización que representara los intereses de la gente creativa y técnica en la Industria de la grabación. 

Luego ellos crearon el famoso premio GRAMMY que galardona y reconoce el trabajo a la gente que trabaja en la industria; Cantantes, Productores, Arreglistas, Ingenieros, Compositores, Directores de arte, Directores de video y Músicos. 

Los miembros de la Academia votan en el proceso del GRAMMY, el cual es realmente un homenaje al logro técnico y creativo, más allá de la figuración en las Listas de éxitos o las ventas. 

Los primeros ganadores del GRAMMY fueron entre otros Ella Fitzgerald, Frank Sinatra, Henry Mancini y Count Basie, en una ceremonia realizada en mayo de 1959 en el Beverly Hilton Hotel 

La Academia Nacional tiene 12 sedes en todos los Estados Unidos y tiene unos 20.000 miembros. 

Entre sus actividades filantrópicas se destacan MUSIC CARES, que apoya a los artistas en tiempos difíciles, GRAMMY FOUNDATION, que promueve el arte de la música en la cultura, GRAMMY ON THE HILL, el ala política de la Academia que es el enlace con el gobierno de los Estados Unidos y GRAMMY MUSEUM, un edificio de 4 pisos en el Downtown de Los Angeles que preserva el arte de la música con exhibiciones, archivos, muestras, películas, música. 

N.A.R.A.S a su vez lanzo en el año 2.000 la LATIN ACADEMY OF RECORDING ARTS AND SCIENCES (L.A.R.A.S) que entrega sus LATIN GRAMMY y preserva y promueve la música latina en el mundo. 

Por más de 50 años la Academia de la Grabación ha sido el eje central de la industria en el mundo. Sus premios GRAMMY es el galardón que todo músico respetable quiere poseer. Desde Frank Sinatra hasta Amy Winehouse…. Desde The Beatles hasta Metallica… Desde Eddie Palmiere hasta Luis Enrique… ¡Todos quieren el Gramófono! 

Y ahora para orgullo nuestro, este hombre, JOSÉ AGUIRRE, colombiano, Músico excepcional, junto con sus colegas de ambas Academias (¡la gente de la industria más importante del mundo!) empezara a elegir desde este año 2012 el GRAMMY… 

Una tarea difícil y comprometida con el arte que JOSÉ ha adquirido en la etapa más fructífera de su carrera… como músico de sesión, como arreglista, compositor, productor… Como ser humano brillante y humilde. 

Su compromiso, una sola palabra: Música. 

Tomado de: http://whatsuprevistaeventos.blogspot.com/2012/06/jose-aguirre-showcase-en-afroglam-con.html 
Publicado por: Jorge Español [Jefe de prensa WEB]